8.12.11

Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ




Como cada noche alzo mis ojos al firmamento buscándote entre sus estrellas, como si pudiera encontrarte de veras… y así es, amor, allá en la oscuridad del cielo en el reflejo luminoso que alumbra mi vida, mi luna bella, te percibo sonriente, esperando mi beso cálido que la liviana brisa lleva hasta tus labios.



Apoyo mi cabeza en la almohada, fiel compañera y confidente, que sabe de mis pesares y de mis alegrías, de mis ilusiones y mis lamentos… y duermo plácidamente entrando en un profundo sueño.



Imágenes que aún no he podido olvidar se apoderan de mi cabeza, me hacen sentir que parecieran que son reales.

Sueño contigo… con quién si no lo iba a hacer, amor. Paseamos cogidos de la mano por la orilla de la playa llenos de ilusión como lo hacen las jóvenes parejas de enamorados. Disfrutamos de un hermoso atardecer en el que el sol, antes de ocultarse en su oscuridad, se aferra al horizonte para ver a su amada luna que radiante asoma. Cuánto se parece nuestro amor al imposible amor de la luna y el sol, mi niña mimada, tan cercanos y tan lejos al mismo tiempo.



Se cierne la noche sobre nosotros, nuestros cuerpos ansiosos el uno del otro se abrazan fuertemente, tus labios besan los míos saboreando el meloso dulzor del amor. Con cómplices palabras susurradas al oído, se dibujan alegres sonrisas en nuestros rostros; tus manos me queman la piel, agarras con tus dedos mi corazón y lo besas tiernamente… nuestros corazones empiezan a latir vigorosamente, cada vez más enérgicos…



Entre suaves caricias, te desnudo lentamente… quedas vestida con una sensual ropa interior negra transparente que dejan entrever tus encantos… provocando mis sentidos. La desprendo sutilmente de tu delicada piel, a la par que me despojas de mis vestiduras quedándonos totalmente desnudos, inocentes, puros… ávidos de deseo, de pasión… Estrecho cálidamente tus firmes pechos junto a mi torso, encendiendo la llama de la lujuria y del desenfreno…



Tórridas caricias recorren nuestros cuerpos, se estremecen sensiblemente… se funden nuestras almas en una sola… Mis dientes muerden cuidadosamente tu fino cuello, sacian la sed del deseo, recorren mis labios tu silueta esbelta hacia tus senos, prueban el delicioso sabor de tu piel… Un escalofrío transita tu cuerpo sacudiéndolo vigorosamente, continúo mi camino escrutando tu vientre degustando cada centímetro tuyo… Besan mis labios tu húmedo sexo, fuente ardiente del deseo, embriagándome del dulce néctar de la pasión… Tiemblan tus piernas de placer, de sublime excitación…



Son ahora tus dóciles manos quienes toman el control, se contonean por todo mi cuerpo, me abrasan a su paso… se acelera el latir de mi corazón… Recorren cada palmo de mi torso, al mismo tiempo que tus besos se funden con mi piel, se precipitan hasta mi vientre en busca de mi sexo erecto que espera ansioso.



El leve roce en el contacto de nuestros cuerpos cálidos, ardientes, evoca el fulgor del volcán en erupción… saltan llamas de intensa energía, de pasional fuego… Nuestras manos, nuestros labios… sacian el deseo de nuestros corazones… de atiborran de dulzores de loco frenesí… nos lleva flotando entre algodones al cielo…