
y entregarte mi pasión en sordos gritos;
clamor sin fronteras esbozado en el horizonte,
caricias sin tregua se deslizan muy ansiosas
mis gemidos enredados en los tuyos queman;
somos volcanes en entrega de lava ardiente;
seres de fuego en loca complacencia altiva
huyendo en pendientes de rocas encendidas
que calientan la cama suave del suspiro puro;
sonrisa cómplice de la nube danzante y etérea,
quejido de placer al culminar la gran amalgama,
preámbulo impaciente del maravilloso orgasmo
... acto sublime sellando este verdadero amor.